miércoles, 28 de diciembre de 2016

Emociologías: tipos de respuesta


El manipulador vive de la oscuridad y el miedo.
La reestructuración aporta la luz,
la asertividad evita responder condicionados por el miedo.


En el página Mapa de emociologías se organizan y clasifican los distintos grupos de distorsiones políticas (algo así como prejuicios o manipulaciones emocionales) presentes en la política española (nacionalista, populista, anti-nacionalista...).
No pretende ser un mapa completo y detallado (no dispongo de medios ni tiempo para ello  ni es el objetivo) sino un ejemplo. La principal labor frente a las emociologías frentistas debería ser preventiva y para ello disponer de un mapa es esencial.


En esta entrada intentaré clasificar los tipos de respuesta a la manipulación emocional utilizando también el enfoque de la psicología cognitiva, considerando que las emociologías son distorsiones que buscan una respuesta emocional de la ciudadanía.





1- Respuesta agresiva 

Optan por vencer a los demagogos mediante una demagogia opuesta.

Si el nacionalista dice: "España nos roba", el anti-nacionalista contraataca con las mismas armas: "el nacionalismo es criminal".

Es una estrategia peligrosa, ya que suele llevar a la escalada y no es raro que acabe en situaciones poco constructivas e incluso en violencia. 

Imagino que en algunos momentos puede ser eficaz, de forma puntual y como última opción, ya que quien opta por esta vía acaba haciendo lo mismo que quiere evitar. 

El feminismo puede pasar de liberar a la mujer a presionarla.
El anti-nacionalismo pasar a ser un nuevo frentismo.
Ecologísmo, populismo izq. vs dcha., aconfesionalismo... 

Toda respuesta agresiva puede convertirse ella misma en emociología.
 

2- Respuesta sumisa

Aceptan la presión e intentan resultar emocionalmente atractivos haciendo cesiones en línea con lo exigido.
 
Intentan superar la capacidad de enganche de las emociologías negativas asumiendo parte de sus mantras para resultar amables. Por ejemplo, si el nacionalista manifiesta desagrado ante la bandera de España, aceptan quitarla de los lugares públicos (incluso contra la ley) y llevar ellos mismos solo ikurriñas.

Es una estrategia condenada al fracaso a medio plazo, pues no funciona:

· ni por la parte del atractivo: solo hay que ver la televisión, por cada comedia simpática y con buen rollo hay cien obras simples basadas en asesinatos y venganza o reality shows donde se despellejan unos a otros. Las emociones negativas (odio, desprecio...) también enganchan mucho y son más fáciles de excitar.

· ni por la parte práctica: las distorsiones tienen por objeto la dominación, no lo que literalmente reclaman. El manipulador emocional nunca estará satisfecho con lo obtenido, puesto que el objetivo real es el dominio, no el elemento exigido.
Y las cesiones, además, refuerzan las emociologías al favorecer su eficacia práctica y, por tanto, su valor racional, lo que dificulta aún más difícil desmontarlas.



La respuesta sumisa puede también derivar en emociología. Así, por ejemplo, el filo-nacionalismo, a aceptar cumplir con las exigencias del nacionalismo, se convierte a su vez en fuente de presión criticando a quien no haga lo mismo.


3- Voluntarismo

Veo propuestas de mejorar la educación, el sentido de responsabilidad y los valores generales de la ciudadanía.

Aquí entrarían las campañas de educación ciudadana, las apelaciones a la empatía y la bondad en general, las campañas de fomento de la ética, de los valores... 

De nuevo, no veo mucha probabilidad de eficacia, ya que no enfocan la realidad del problema, una presión emocional concreta, interesada y manipuladora.

En realidad, resultan perjudiciales, ya que aumentan la confusión, lo que dificulta en la práctica destapar la manipulación. Incluso facilitan nuevas distorsiones, como cuando en el País Vasco se acaba acusando a las víctimas de ETA de ser poco empáticas o poco compasivas con sus agresores.

Elevar el listón ético acaba siendo una manera de igualar a agresores y agredidos, ya que nadie supera el nivel exigido.


4- Asertividad y reestructuración cognitiva 

Esta es, a mi modo de ver, la respuesta más eficaz. Implica realizar un diagnóstico emocional de la situación y aplicar una solución práctica desde el punto de vista psicológico.  
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Asertividad: manteniendo el buen tono, evitando caer en una emociología reactiva, pero sin cesiones que realimenten la distorsión. Se negocia, pero no en los términos de quien presiona ni facilitando o dando aceptación a las herramientas de presión manipuladora. Es un equilibrio difícil que pone a prueba la habilidad del político.

Firmeza con buenas maneras y manteniendo el espíritu constructivo. Un ejemplo: con el gobierno secesionista catalán se negocian los presupuestos con honestidad, pero sin ventajismos, y no se negocia una consulta ilegal y frentista.
 

Reestructuración: para que la situación mejore a medio plazo es imprescindible no dar aceptación a las distorsiones utilizadas para la presión. Se negocia y se trabaja con quienes distorsionan, pero no sin dejar de poner al descubierto las trampas cognitivas, las distorsiones que utilizan para dividir y enfrentar a la sociedad. Lo que los psicólogos llamarían reestructuración cognitiva.


El manipulador vive de la oscuridad y el miedo.

La reestructuración aporta luz contra la interesada confusión con la que los muchos manipuladores intentan dirigirnos y enfrentarnos.

La asertividad evita responder condicionados por el miedo, por la presión emocional. Ni agresividad ni sumisión. "En tiempos de tribulación no hacer mudanza" decía Ignacio de Loyola. Frente a las presiones mantenerse firme. Defender lo que fríamente se considere acertado, lo que nos resultaría razonable si no existiese la presión.



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Nota 1: (2 Ene 2017) Feminismo como emociología
He leído un artículo simpático de Jorge Bustos: Ablación textil
Comenta las críticas desde el feminismo a que Cristina Pedroche por presentase las uvas con un vestido provocativo. Considera Bustos que es un intento de limitar la libre elección de Pedroche.

Es decir, el feminismo, que surgió para liberar a las mujeres, utilizado como una forma de presión emocional; como emociología.

Nada más habitual en las emociologías que transformar una defensa en ataque.
Así que a defenderse del machismo... y del feminismo.
del nacionalismo y del anti-nacionalismo
del populismo de izquierdas y del de derechas como defensa de uno frente a otro
...

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